Por Mario Armando Riva Morales (Manchiviri)
(Por su importancia y por el conocimiento del tema que aborda en un testimonio de primera mano, publicamos en esta serie de posts un nuevo comentario que nos ha dejado este piloto y ex-oficial de la fuerza área cubana veterano de la Guerra de Angola).
Nuestras tropas no sabían a ciencia cierta que era lo que había acontecido. Estaba claro que eran tropas surafricanas, debido a que los aviones los sobrevolaban constantemente y como Cassinga se encuentra a solo 10 Kms. de Techamutete pudieron apreciar el desembarco de los paracaidistas, pero la defensa anti-aérea, instalada con el propósito de defender las minas, compuesta por piezas de 14, 5 mm., fue mal dirigida y disparó contra objetivos que se encontraban fuera de sus respectivas zonas de destrucción, logrando, en el peor de los casos, descubrir sus posiciones a la aviación surafricana y su consiguiente respuesta.
La aviación surafricana realizo varios pases rasantes, de advertencia a la columna de blindados (cubanos) que avanzaba, en orden de columna, hacia Cassinga antes de atacarla. Llegó, incluso, a lanzar sus bombas 200 metros delante del blindado que abría la marcha (testimonio de los soldados con los cuales conversamos).
El Jefe de ésta Unidad (General Harold Ferrer) no tomó ninguna medida de protección, ante estas advertencias, como pudiera haber sido el desplegar los tanques en formación de combate. Por esto en la carretera se encontraban los restos de tres tanques, en columna, totalmente destruidos.
Cassinga no se recuperó hasta el día siguiente, que fue cuando lograron llegar nuestras tropas.
Sobre la cantidad de efectivos que utilizaron los surafricanos no se tuvo una idea exacta. En nuestra opinión, no deben haber sido más de cien, si tenemos en cuenta la capacidad de un escuadrón de helicópteros de transporte del tipo “Puma”, en las condiciones de altura y temperatura, de la zona en cuestión.