Publicamos acá estas notas sobre la invasión norteamericana de Granada por dos razones: 1ro. Porque un joven lector del blog pide que escribamos sobre este hecho poco conocido. 2do. Porque la derrota de Fidel Castro en Granada fue una de sus motivaciones patológicas para buscar con desesperación una cuestionable victoria en Cuito Cuanavale años más tarde. De ahí la relación entre los sucesos de Granada y la intervención cubana en Angola.
Los primeros helicópteros en sobrevolar Point Salines son recibidos con un fuerte fuego antiaéreo que causa daños a tres aeronaves –dos helicópteros de combate y uno de transporte de tropas-. Por error, un primer grupo de paracaidistas desembarca frente a la cortina de fuego de las ZPU. Luego desembarcaran otros –llegando a 250-300 marines en total- desde unos 200 metros de altura. Las antiaéreas colocadas en las colinas cercanas a la pista, no pudieron abrir fuego rasante sobre ellos –práctica llevada a cabo con éxito por los cubanos en otras ocasiones- por la baja altura del desembarco. Los defensores cubanos del aeropuerto reciben a los norteamericanos con fuego de fusilería y ametralladoras ligeras, en tanto los marines van ocupando el terreno y las instalaciones. La reacción cubana –que algunos analistas militares califican de contra-ataque- obliga al mando norteamericano a enviar más helicópteros artillados. A las 7:30 am, hora local, Point Salines está prácticamente en manos de los marines y la mayor parte de los trabajadores cubanos ha sido capturada, entre ellos unos 200 hombres armados.