
Mercenarios: Unos sí, otros no...
Luego de la retirada cubana en 1989, el gobierno de Dos Santos solicitó los servicios de una agencia de seguridad más o menos sudafricana llamada Executive Outcomes. Esos mercenarios retomaron los campos petroleros de Soyo ocupados por la UNITA. Nadie pone en duda que eran mercenarios.
Nadie pone en duda que los pocos blancos y extranjeros procedentes de Inglaterra, Estados Unidos, Francia, Agentina o Portugal, que combatieron al lado del FNLA, la UNITA y el FLEC, eran mercenarios.
Hay mucha tela por donde cortar en el tema del uso del término «mercenario». Hay definiciones académicas, jurídicas y extensos trabajos que pueden ser fácilmente consultados en la internet (es decir, fuera de Cuba, en la isla hay que ceñirse a lo que la propaganda oficial nos ha inculcado al respecto). No pretendo abordar sino una pequeña y personal arista del asunto, que es demasiado extenso para mi tiempo y las pretensiones de este blog.
Nos inculcaron que los mercenarios eran racistas, aventureros, personas sin valor que apenas combatían sólo porque les pagaban enormes sumas de dinero o los drogaban o les permitían cualquier tipo de desmanes. Y para justificar nuestra presencia en terrenos totalmente ajenos, nos adjudicaron el término «combatiente internacionalista». A Angola fueron unidades regulares de ejército cubano. Pero a otros lugares (y a Angola antes de finales de 1975) no fueron unidades regulares, sino componentes de ese gran ejército, cargado de odio, en que Castro convirtió a todo hombre o mujer en edad militar. Por lo que algunos ha encrito en los comentarios: 1. No fuimos mercenarios porque formábamos parte de unidades militares regulares. 2. No fuimos mercenarios porque no cobramos un sueldo respetable por combatir.
Entonces: algunos «combatientes internacionalistas» eran mercenarios porque no formaban parte del ejército regular (desde Venezuela, Argelia, Santo Domingo, etc, hasta el Congo, Bolivia y Nicaragua). Y otros no.
Entonces: no éramos mercenarios porque apenas nos pagaban los $7.00 del SMO o nos pagaban el salario completo de nuestro puesto de trabajo… sin trabajar en él, por practicar el «internacionalismo proletario».
Entonces: si Executive Outcomes o los contratistas norteamericanos en Irak, o los gansos de Michael Hoare son llamados por un gobierno para pelear a su favor, son mercenarios. Si en cambio es llamado el ejército de un país extranjero y ajeno al conflicto, es «internacionalismo proletario». Si se le paga a Executive Outcomes es la paga del mercenario, si se recibe un beneficio por cuidar los pozos petroleros en Cabinda, o del gobierno de Luanda a cambio de nuestro «internacionalismo proletario»… eso no es la paga del mercenario.
La ideología izquierdizoide es aberrante: los guerrilleros cubanos del Che en el Congo no eran mercenarios, pero los blancos que combatían en el bando opuesto, incluyendo a pilotos cubanos que pelearon en el conflicto, sí eran mercenarios. Ir a combatir a España del lado republicano en los años 30 no era ser mercenario. Ir a combatir a Angola en los años 70 del lado de la UNITA o el FNLA, era mercenarismo.
Señores: despojémonos de tanta hipocresía, de tanto cliché, de tanta falsedad.